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¿Cómo limpiarse correctamente los oídos?

cómo limpiarse los oídos

La limpieza de los oídos es una parte importante de la higiene personal, pero es fundamental hacerlo de manera adecuada para evitar daños en la delicada estructura del oído.

Muchas personas tienen la tendencia de usar objetos como bastoncillos de algodón para limpiar sus oídos, pero este hábito puede ser perjudicial.

¿Por qué es importante limpiar los oídos?

El oído humano tiene una función auto-limpiadora que permite que la cera o cerumen se elimine de forma natural. La cera en los oídos tiene varias funciones importantes, como la protección del canal auditivo, la lubricación y la prevención de infecciones. Sin embargo, en algunas personas, la cera puede acumularse excesivamente, lo que puede provocar molestias como:

  • Sensación de taponamiento en el oído.
  • Pérdida temporal de audición debido a la obstrucción.
  • Picazón o irritación en el canal auditivo.

Es importante que la limpieza del oído se realice de manera controlada y con técnicas seguras para evitar estos problemas.

¿Qué no debes hacer al limpiar los oídos?

Antes de adentrarnos en la forma correcta de limpiar los oídos, es crucial entender qué prácticas deben evitarse:

1. Evitar el uso de bastoncillos de algodón

El uso de bastoncillos de algodón (cotonetes) es uno de los hábitos más comunes para limpiar los oídos, pero también es uno de los más peligrosos. El problema principal es que al introducir el bastoncillo en el canal auditivo, en lugar de limpiar la cera, puedes empujarla más adentro.

Esto puede provocar una obstrucción en el canal auditivo, lo que causa dolor y pérdida de audición. Además, el uso excesivo de estos bastoncillos puede dañar la piel sensible del oído y, en casos graves, puede causar perforación del tímpano.

2. No introducir objetos puntiagudos o metálicos

Es tentador usar objetos como horquillas, clips o incluso los dedos para intentar limpiar los oídos. Sin embargo, nunca debes introducir estos objetos en el canal auditivo, ya que pueden dañar la piel y el oído interno, lo que puede generar infecciones o lesiones graves.

3. Evitar el uso de líquidos o gotas sin indicación médica

El uso de productos como líquidos o gotas sin la recomendación de un profesional puede ser perjudicial. Algunas gotas de venta libre pueden estar formuladas para disolver la cera, pero si se usan de manera incorrecta o en exceso, pueden irritar el canal auditivo o incluso causar infecciones.

¿Cómo limpiarse los oídos correctamente?

Ahora que sabemos lo que no debemos hacer, es importante entender las formas correctas de limpiar los oídos. Aquí te damos algunos consejos prácticos para mantener tus oídos limpios de manera segura.

1. Limpieza externa del oído

La limpieza externa del oído es bastante simple y segura. Nunca introduzcas nada en el canal auditivo. La parte externa de la oreja, la concha, puede limpiarse fácilmente con un paño suave y húmedo. Aquí tienes los pasos para hacerlo correctamente:

  • Humedece un paño o una toallita con agua tibia. Evita usar productos con alcohol o fragancias, ya que pueden irritar la piel.
  • Limpia suavemente la parte externa de la oreja, prestando atención a los pliegues, la parte detrás de la oreja y la zona alrededor del lóbulo.
  • No utilices objetos duros ni abrasivos. Solo un paño suave o un algodón (sin introducirlo en el canal) es suficiente.

2. Limpieza de la parte interna del canal auditivo

El canal auditivo se limpia por sí solo de manera natural, pero algunas personas pueden notar un exceso de cera que se acumula. Si este es tu caso, existen métodos más seguros para eliminar el exceso de cerumen sin dañar tu oído:

Método con gotas de aceite o solución salina:

Una forma efectiva y segura de ablandar el cerumen es utilizando aceite de oliva, aceite mineral o soluciones salinas específicas para oídos. Estos productos ayudan a disolver el cerumen y permitir que se elimine de forma natural.

  • Aplica 2-3 gotas de aceite de oliva o solución salina en el oído afectado.
  • Inclina la cabeza hacia un lado y deja actuar las gotas durante unos minutos.
  • Después de unos minutos, gira la cabeza para permitir que el exceso de líquido y cerumen se drene.
  • Puedes limpiar suavemente la parte externa del oído con un paño limpio para eliminar el exceso de cerumen.

Método de irrigación:

En algunos casos, la irrigación puede ser una opción para eliminar el cerumen acumulado. Este proceso debe realizarse con cuidado para evitar dañar el oído.

  • Usa una jeringa de bulbo (sin aguja) con agua tibia. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente ni demasiado fría.
  • Inclina la cabeza hacia un lado, colocando el oído afectado hacia arriba.
  • Introduce el agua lentamente en el canal auditivo, evitando presionar demasiado. El agua ayudará a aflojar el cerumen.
  • Inclina la cabeza hacia el lado opuesto para drenar el líquido y la cera.

Este procedimiento debe hacerse con cuidado, ya que si el canal auditivo está demasiado sensible o si tienes una perforación del tímpano, puede ser peligroso. Siempre es recomendable que un profesional de la salud lo realice si tienes dudas.

3. Visitar al médico o especialista

Si tienes problemas continuos con la acumulación de cera o si experimentas dolor, picazón o pérdida de audición, lo mejor es consultar a un otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta).

El médico puede limpiar los oídos de forma profesional y asegurarse de que no haya una causa subyacente, como una infección o una obstrucción más seria.El uso de dispositivos médicos como un aspirador de cera o curetas se realiza en consulta médica, y nunca debe intentarse en casa sin la supervisión de un profesional.

Consejos adicionales para la salud del oído

Además de la limpieza adecuada, hay algunas prácticas que pueden ayudarte a mantener tus oídos saludables:

  • Seca bien los oídos después de nadar o bañarte para evitar la acumulación de humedad, que puede generar infecciones.
  • Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes, ya que puede causar daño auditivo irreversible.
  • No pongas los auriculares a un volumen alto durante largos periodos de tiempo.
  • Consulta a un especialista si notas cualquier cambio en tu audición o si experimentas dolor o malestar en los oídos.

Conclusión

La limpieza de los oídos es una parte importante de la higiene personal, pero es esencial realizarla de manera correcta y cuidadosa para evitar daños.

Usar bastoncillos de algodón o introducir objetos en el oído puede ser peligroso, por lo que es recomendable optar por métodos más seguros como el uso de gotas para ablandar la cera o consultar a un médico en caso de problemas persistentes.

Recuerda que, si tienes alguna duda sobre la salud de tus oídos o experimentas molestias recurrentes, lo mejor es buscar la orientación de un especialista para garantizar tu bienestar auditivo.

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